de cómo me siento

En realidad ayer incumplí uno de los propósitos que me hice al comenzar el viaje: escribir todos los días, aunque no pudiese enviarlo hasta que tuviese conexión. La razón, la verdad, es que estaba muy triste...
Durante estos días en Madrid he pasado por aquellos lugares por los que hasta hace poco transcurría mi vida. Lugares que guardan recuerdos de trabajo en equipo, de amistad, de diversión, de crecimiento personal, de esfuezo, de superación... y los más recientes de amor, de pasión, de despedida... Y son especialmente estos últimos recuerdos, heridas aún abiertas, los que me han causado una gran tristeza, y los que en estos primeros momentos del viaje han hecho que me sienta profundamente solo.
En fin, supongo que pensé que esto iba a ser un camino de rosas (yo siempre tan optimista), y que cada kilómetro, cada aceleración a la salida de una curva, me alejaría de aquello que me hacía sufrir. No me dí cuenta de que por mucho que me aleje, por mucho que corra... no podré huir de mi mismo.
Así que lo mejor es enfrentarme a la realidad: sí, estoy aquí solo... pero eso no tiene por que ser tan malo... verdad?
A partir de ahora trataré de mirar sólo hacia delante en este viaje, que más que un simple recorrido en moto, o una aventura, va a ser, y está siendo ya, una gran experiencia vital. Espero no decepcionar a aquellos de vosotros a los que les gustaría vivir una experiencia similar, que por diversas situaciones en vuestras vidas os va a ser imposible realizar, y que esperáis de alguna manera compartirlo conmigo a través de estas páginas.
A todos vosotros os digo (aunque ayer estuve a punto de darme la vuelta), que... ALLÁ VOY!!