29 de julio de 2010

me encanta Copenague!!

No podía creerlo paré la moto, pero estoy aquí! Cuando miras el recorrido sobre el mapa piensas "joder, estoy a tomar por..."



La verdad es que hace unos días que llegué, pero aún no hemos parado... y no he tenido tiempo de sentarme a escribir tranquilo. Desde la tarde que aparecí en el patio de la urbanización de Ian, y nos pusimos a gritar como locos cuando me vió por la ventana, he ido descubriendo una ciudad apasionante.
Copenague es una congregación de pequeñas islitas, por lo que por toda la ciudad hay canales que llegan al mar. No es estraño estar paseando por el centro entre edificios históricos, y a la vuelta de la esquina toparse con un precioso velero amarrado en el canal. También hay multitud de lagos y de parques, por lo que nunca tienes la sensacion de estar encerrado entre edificios. Según me cuenta Ian, en invierno se puede andar tranquilamente sobre los lagos, pues están completamente congelados!
Todas las calles del centro están llenas de vida, repletas de gente paseando, músicos callejeros, y bicis, muchas bicis... Claro, todo el mundo me dice que esto es sólo en verano, pues en invierno (se podría decir que el resto del año) la situación es completamente distinta. Un detalle que lo ilustra es un termómetro gigante que hay en una de las plazas del centro, que la otra tarde marcaba cerca del límite superior (unos 23 grados), mientras que por abajo la escala llega a -20!!
Por lo que he podido comprobar estos días, hay una variedad inmensa de bares, restaurantes, locales con música en directo... Y a diferencia de en nuestras ciudades, las calles no están abarrotadas de coches aparcados ocupando hasta los huecos más inverosímiles. Aquí el noventa por ciento de la gente, de toda edad o condición, se desplaza en bici, y esto produce una gran sensación de desahogo, y no sabes exactamente lo que és hasta que no te paras a pensar en ello, pero lo notas desde el principio.
Otra cosa que llama poderosamente la atención, al menos a Ian y a mí, es la cantidad de chicas guapas que hay por la ciudad... en cualquier calle, mires a donde mires, ves al menos una. Y no se trata del típico efecto de español que ve muchas rubias (siempre me han llamado más la atención las morenas...). Tienen unas facciones realmente bonitas, y unos cuerpos muy esbeltos, con largas piernas, muy firmes, por efecto, supongo, de la bicicleta. Y ésto, verlas en bici de un lado para otro, aunque vayan arregladas o con un vestido, para mí aumenta su atactivo. Ésta es una sociedad muy igualitaria, y eso lo notas en su carácter, en lo independientes que son, en la decisión con la que se mueven. Pero esto no evita que sean, además, extremadamente femeninas. Esto es algo patente en su forma de vestir, en su actitud corporal, y sobre todo, en su forma de andar.
Curioso después de lo que cuento que la chica que realmente me dejó prendado cuando la conocí la otra noche no sea danesa (que también conocí otra muy interesante), sino griega... afinidad mediterránea supongo...

1 comentario:

Armandiko dijo...

HEy!!! que bien te veo cacho perro!!! Que envidia que me das... yo estoy bastanta mal, llevé la moto a cambiarle el aceite, filtros... etc y un reglaje de válvulas, y ahora la moto no me anda mas de 120... no sé si nos iremos de viaje, no sé lo que le pasa a la moto, pero estoy con el corazón encogido y la ilusión tocada. Sigue disdrutando y dando envidia!!
un abrazo

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