Durante todo el trayecto en Chequia, y todo lo que llevo de Austria, no me ha parado de llover, ininterrumpidamente!
Debido a las fugas que tengo en mi parapeto contra el agua, tengo las manos, el culo, y el pie izquierdo chorreando... y las mangas, la pantorrilla izquierda y la zona lumbar húmedas por capilaridad.
Un poco antes de entrar en Austria me he puesto las dos sudaderas térmicas (una sobre la otra) y el pantalón térmico, pero sigo helado y tiritando.
Lo peor es que esta parte del recorrido es preciosa, con unos bosques de árboles muy curiosos, y con desniveles respetables (por primera vez desde que dejé el País Vasco), y casi no he podido sacar fotos. Sólo puedo hacerlo rápidamente escondido bajo un árbol, o en los escasos momentos en que amaina la lluvia (nunca cesa del todo). En ocasiones me tengo que resguardar en paradas de autobús (las encuentras en mitad de la nada...), pues la lluvia es tan fuerte que casi no se puede conducir...
Y aquí estoy, en una gasolinera cerca de la frontera entre Chequia y Austria, tomándome un chocolate caliente de máquina (me sabe a gloria), y tratando de entrar en calor para seguir mi camino...
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