30 de agosto de 2010

una zanja


Uno de los momentos más duros con la moto en lo que va de viaje ha sido salir esta mañana del atolladero en el que me había metido.

Un pequeño error de navegación al atravesar el bosque en el que había pasado la noche, buscando la carretera, me hizo meterme en una profunda zanja. Puesto que seguir adelante era imposible, pues se vehía interrumpida a los pocos metros por un gran terraplén, la única opción era dar media vuelta y buscar otra alternativa.

En un reconocimiento a pie tracé una trayectoria de salida que me pareció viable... descargué la moto de todo el peso posible (baúl, maletas, bolsas...), e intenté darle la vuelta. Imposible. La zanja tenía forma de "V", y la inclinación también era importante, así que o levantaba la moto en peso para darle la vuelta (incluso descargada, con el depósito lleno, ronda los 200 kg), o intentaba salir en diagonal (con la moto muy inclinada hacia el lado de la pendiente).

Finalmene así fué como logré salir, con un pie apoyado en tierra y el otro en vacío (el del lado de la zanja), acelerando a tope y con la rueda derrapando, y empujando con todas mis fuerzas. Tan grande fué el esfuerzo, que salí gritando como un loco, completamente empapado en sudor, y exhausto... pero muy contento de haber salido del problema, pues en más de una ocasión durante la maniobra, atascado y desesperado, creí imposible sacar la moto de allí.

En este vídeo podéis ver parte del recorrido por el bosque (muy frondoso), y el momento (al final) en que me quedo atascado.

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